sábado, 24 de abril de 2010

¿Para qué otro blog?

La pregunta es tonta ya que el hombre tiende a repetirse sin preocuparse. Desde los griegos conocemos los dramas fundamentales pero seguimos asistiendo al teatro. Oimos muchas veces una canción, hacemos el amor con variaciones sutiles, volvemos a degustar nuestras comidas favoritas. No nos preocupemos por las repeticiones, somos ellas.